sábado, 18 de junio de 2022

Haciendo balance

Esta semana ha hecho dos meses desde que empecé mi reto de #un-año-sin-compras-mundanas.

Si hago balance, veo que me ha sorprendido lo fácil que me ha resultado dejar de comprar ciertas cosas, por ejemplo, la ropa. 
Siempre me ha gustado estrenar ropa.
Me parece que un día de estreno resalta la belleza.

Dejar de comprar ropa me ha descubierto otras formas de estrenar:
heredar de hermanas y amigas,
encontrar combinaciones nuevas de prendas que ya tenías,
rescatar del baúl de los recuerdos esas prendas que pasaron de moda pero nunca llegaste a tirar.
Creatividad aplicada al armario.


Photo by Becca McHaffie on Unsplash


Luego he echado de menos algunas cláusulas que no me percaté de la necesidad de incluir en mi contrato inicial, el que os presenté en la primera entrada de este blog.
Por ejemplo, hemos tenido el Covid y UNA no había excluido del año-sin-compras la adquisición de medicinas, pero obviamente tuve que hacer una excepción.
No obstante, hay que andarse con ojo pues en el momento en el que UNA introduce una excepción, pueden colarse muchas otras.
UNA es muy naturitas y enseguida se le antoja comprar suplementos varios, tipo vitaminas y minerales, y si nos permitimos agrupar éstos bajo el epígrafe de "Medicinas", entonces abrimos la caja de pandora.

Hablando de dolencias, puede que haya atisbado ya a estas alturas ciertas dosis de contagio de mi reto en Peter. 
Necesitamos unas estanterías para el cuartillo del lavadero porque las que tenemos se vuelcan y le vi dando vueltas a posibles ideas de cómo y dónde conseguir unas de segunda mano sin comprar.  
Le miré con el rabillo del ojo encantada porque hace un par de meses su primera opción habría siempre sido ir al leroy merlin o al ikea.

#un-año-sin-compras-mundanas



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